Es un orgullo ser parte, nada más. Una universidad que piensa a los estudiantes no como asistentes o espectadores de un espectáculo ajeno, cercado, o de algunos, sino como protagonistas, como hacedores, como creadores y resignificadores de lo que es la universidad pública. 400 años se conmemoran, pero sobre todo, se entrecruzan con las historias y bagajes que los componen, inseparables, indisociables y todos abotonados a la necesidad de la reinvención constante y siempre necesaria. Hoy comienzan los festejos sin repasos nostálgicos que se quedan ahí y luego nada. Que esta celebración sea también el inicio de un compromiso punzante y decidido de la juventud para tomar la universidad y devolverla a toda la sociedad, que es a quien verdadera y únicamente pertenece.
domingo, 13 de mayo de 2012
400 AÑOS DE LA UNC
Por Migue Magnasco
Es un orgullo ser parte, nada más. Una universidad que piensa a los estudiantes no como asistentes o espectadores de un espectáculo ajeno, cercado, o de algunos, sino como protagonistas, como hacedores, como creadores y resignificadores de lo que es la universidad pública. 400 años se conmemoran, pero sobre todo, se entrecruzan con las historias y bagajes que los componen, inseparables, indisociables y todos abotonados a la necesidad de la reinvención constante y siempre necesaria. Hoy comienzan los festejos sin repasos nostálgicos que se quedan ahí y luego nada. Que esta celebración sea también el inicio de un compromiso punzante y decidido de la juventud para tomar la universidad y devolverla a toda la sociedad, que es a quien verdadera y únicamente pertenece.
Es un orgullo ser parte, nada más. Una universidad que piensa a los estudiantes no como asistentes o espectadores de un espectáculo ajeno, cercado, o de algunos, sino como protagonistas, como hacedores, como creadores y resignificadores de lo que es la universidad pública. 400 años se conmemoran, pero sobre todo, se entrecruzan con las historias y bagajes que los componen, inseparables, indisociables y todos abotonados a la necesidad de la reinvención constante y siempre necesaria. Hoy comienzan los festejos sin repasos nostálgicos que se quedan ahí y luego nada. Que esta celebración sea también el inicio de un compromiso punzante y decidido de la juventud para tomar la universidad y devolverla a toda la sociedad, que es a quien verdadera y únicamente pertenece.
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