sábado, 30 de junio de 2012

TENEMOS

Por Migue Magnasco

Tengo...una bocha de crema americana recién servida, me gusta así, no quiero ni relleno de dulce de leche, ni cobertura de chocolate, ni decorado con cerezas, me gusta así, la bochita blanca y ya. Al frente, tengo a la mujer más hermosa del mundo, que se ríe, de mi, por bobo, y hay veces, conmigo, por tonto. El tipo de la mesa del lado tiene una milanesa gigante con dos huevos fritos arriba, nobleza obliga, las papas, también son fritas. Tiene bigotes, y tal vez algo para que el hígado aguante el after. Cada tanto pispea, mira nuestra mesa, no, en verdad mira a la mujer mas hermosa del mundo, que está conmigo, se quiere matar; él tiene la milanesa, para nada despreciable, pero el primer round lo gané yo. jah! 


El dueño del restaurante tiene...ganas de que nos vayamos de una vez. Nosotros igual no somos su peor problema, ni el envidioso del vecino. Hay un grupo coral, que tiene...muchos deseos de cantar, y canta, sin ningún prurito. Por mi está bien, no me quejo, solo que pensaba en las ganas de irse del dueño, y mucho más aún de los trabajadores del lugar. La mujer más hermosa de mundo los escucha, me cuenta que tiene anhelos de empezar clases de canto. Me agrada la idea. El grupo tiene camaritas con las que se autofilma. El señor que hace de director tiene, según yo, mucho afán de que lo vean. Yo no tengo afán de verlo, me parece medio pavo, prefiero escuchar; creo que inclusive me cae mejor el de la milanesa. A él, por supuesto, no le importa, y dirige, cerrando los ojos y con las dos manitos ahí, imitando la forma de dos ojeras, como marcándolas, así: de adeeeentro para afuera y de afueeeera para adentro. Yo tendría que decirle que parece un pollo aleteando más que un director, pero el tiene sus razones para hacerlo, mejor no meterse. 


El mozo tiene...mucha habilidad. No se cómo hacen los tipos, pero cargan un millón de platos en cada brazo, y ahí van, perfectísimos, en medio de un millón de mesas, con un millón de pelotudos que se hacen los directores de coro, bueno en verdad solo uno, "qué te comiste al Chango Farías Gomez pelotudo?", me pregunto para adentro, mientras el mozo esquiva exitoso todos los obstaculos. Genio. 

La copa tiene...ya muy poco vino. De rememoraciones se hacen los mejores tintos, el precio no importa, lo que seduce es el contexto. Tenemos ventaja, somos buenos rememoradores. El vino ayuda, y deforma un poco la realidad, a favor del que relata, siempre. Tengo ansias de decirle hasta donde la quiero, intuyo que ella quiere hacer lo mismo. Tenemos algo lindo, sin duda.

Este texto tiene...muy pocas palabras más, cierto? Viste? Te dije.